¿De qué hablamos cuando hablamos de libros de texto? Conferencia de Jaume Martínez Bonafé

    Generalmente, los libros de texto siempre se han definido como un recurso para la enseñanza, nos ayudan a enseñar, dan la posibilidad de aprender. Sin embargo, el profesor Martínez Bonafé va más allá de esa concepción, diciéndonos que el libro de texto es una consecuencia de los intereses y relaciones entre economía y política. O sea, el texto es reproductivo de una determinada forma de saber porque responde a los intereses de quienes controlan los procesos de reproducción social. Por tanto, hemos de ver el libro no sólo como un recurso, sino también como algo más peligroso.

Para Martínez Bonafé, el libro de texto concreta:

• Una teoría pedagógica y las concreciones curriculares i didácticas de esta teoría.

• Una correspondiente teoría de trabajo docente, de la formación y el conocimiento del docente.

• Un discurso, una manera de poner en relación lenguaje y prácticas institucionales, que naturalizan las percepciones ideológicas de la experiencia social y de la enseñanza.

• Un gran negocio que genera 900 millones de euros al año para las editoriales.

    Para entender estas concreciones, el profesor Martínez Bonafé nos habla sobre la historia cronológica del libro, cuyo origen encontramos en la pedagogía escolástica de iglesias y monasterios, que todavía en nuestros días sigue viva. Haciendo referencia a esta pedagogía, nos dice que "el libro de texto es el catecismo de la pedagogía escolástica". Con esta idea el libro de texto crea la enseñanza escolástica.

Hay tres ideas que nos ha aportado el Martínez Bonafé:

• Separación entre vida y cultura del sujeto y del conocimiento a construir. En boca de Freire, los sujetos somos un contenedor vacío que vamos llenando.  

• Separación de la experiencia institucional de la escuela y la vida social y cultural del sujeto (la institución es un círculo cerrado de la educación).

•  Esta institución debe tener un código curricular, y ese código es el código de la disciplina didáctica.

    Pensando en ésto, podemos decir que la cultura se ve como algo estancado incapaz de verse inmiscuido con la vida social. Sin embargo, sabemos que hay cosas de la cultura popular como el fútbol, el rock, etc. que no se engloban en la "alta cultura", pero que influye de una manera constante en nuestra vida social.

    En cuanto a los docentes, podemos decir que ellos no controlan ni los procesos, ni los productos, ni los medios de trabajo. El libro de texto es la herramienta educativa del profesor y según el tipo de herramienta utilizada, cambia el tipo de docencia, cosa que se puede concretar diciendo que el libro es una herramienta de "desprofesionalización". Los profesores y alumnos no deben estar atados/anclados al ritmo que los libros de texto imponen.

    Concluyendo, si queremos formar profesores capaces de desechar los libros, habría que incluir en el currículum estudios sobre el libro de texto, utilizar nuestras experiencias profesionales, añadir el humor en las asignaturas, etc. Poco a poco el libro esta perdiendo su importancia ya que está destinado a desaparecer de las aulas, pero para ello nosotros debemos ser conscientes de desatarlos de él.